El cerebro integra la información visual del alimento, El color de la taza podría afectar el sabor de la bebida.
El chocolate caliente en una taza de color naranja o crema sabe mejor que el mismo chocolate servido en una taza blanca o roja, según investigadores de Europa, quienes explicaron que las características del recipiente en que se sirven, lo que incluye el color de la taza, influyen sobre la forma en que los sentidos de las personas perciben los alimentos.
"El color del recipiente en que se sirve la comida y la bebida pueden mejorar algunos atributos, como el sabor y el aroma", aseguró Betina Piqueras-Fiszman, investigadora de
Para
Los participantes pensaban que el chocolate caliente servido en la taza crema era ligeramente más dulce y más aromático que las otras muestras, reveló el estudio. Los investigadores anotaron que el color de la taza en realidad no afectaba el sabor ni el aroma del cacao.
"No hay una regla fija que señale que el sabor y el aroma mejoran en una taza de un color o tono determinado", señaló Piqueras-Fiszman. "En realidad, varía según el tipo de comida, pero la verdad es que este efecto ocurre, y se debe prestar más atención al color del recipiente, dado que tiene más potencial de lo que uno puede imaginarse".
Los hallazgos podrían iluminar la forma en que el cerebro integra la información visual del alimento, además del recipiente en que se sirve, señalaron los autores del estudio. Sugirieron que el estudio también puede influir sobre los chefs, los proveedores de catering y otros profesionales en la industria del empaquetado de los alimentos para que consideren la forma en que presentan la comida a los consumidores.
Investigaciones anteriores han mostrado que las bebidas en recipientes de color rosa con frecuencia se perciben como más azucaradas, se piensa que el café en recipientes marrones es más fuerte, y se considera que las bebidas en recipientes azules calman mejor la sed.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Sensory Studies.
"No hay una regla fija que señale que el sabor y el aroma mejoran en una taza de un color o tono determinado", señaló Piqueras-Fiszman. "En realidad, varía según el tipo de comida, pero la verdad es que este efecto ocurre, y se debe prestar más atención al color del recipiente, dado que tiene más potencial de lo que uno puede imaginarse".
Los hallazgos podrían iluminar la forma en que el cerebro integra la información visual del alimento, además del recipiente en que se sirve, señalaron los autores del estudio. Sugirieron que el estudio también puede influir sobre los chefs, los proveedores de catering y otros profesionales en la industria del empaquetado de los alimentos para que consideren la forma en que presentan la comida a los consumidores.
Investigaciones anteriores han mostrado que las bebidas en recipientes de color rosa con frecuencia se perciben como más azucaradas, se piensa que el café en recipientes marrones es más fuerte, y se considera que las bebidas en recipientes azules calman mejor la sed.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Sensory Studies.
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