Tarta de espárragos “DeliKatessen”
Algo sobre los espárragos. Los que utilizo en esta tarta, son “verdes y gorditos”.
Aclaro ya que hay espárragos blancos muy lindos y también verdes, muy finitos. Estos últimos, en algunos lugares los llaman trigueros y crecen de forma silvestre. Una vez viajé a Entre Ríos a conocer a unos primos muy lejanos. Me mostraron su quinta, donde entre muchas cosas cultivaban espárragos blancos. Alguna vez habían cultivado los verdes y luego se dedicaron a los blancos, pero desde entonces crecían en las cercanías en forma silvestre estos espárragos verdes muy finitos y tiernos. Ellos los utilizaban crudos para ensaladas o salteados con un poco de aceite, apenas unos minutos, si no se desarmaban.
Ingredientes
Masa
4 pocillos de café llenos de harina leudante
½ pocillo de café de aceite
1 huevo
½ pocillo de café de soda.
Relleno
2 docenas de espárragos verdes bien gorditos.
1 cebolla grande picada y rehogada
1 diente de ajo picado
2 cucharas grandes de crema de leche
1 cuchara de harina
3 huevos
Aceite, sal, pimienta blanca molida, nuez moscada
Queso rallado a gusto
Preparación
Armar la masa y reservar.
Para el relleno: Limpiar bien cada espárrago para acceder a las partes blandas del mismo. Para ello, cortar el extremo más duro del espárrago y desecharlo. Con un pelapapas retirar la piel de cada espárrago hasta que aparezca el centro blanco (y blando). Cortarlo en varios trozos y separar los extremos con sus puntas incluidas, para cocinar en otra cacerola.
Es conveniente cocinar en dos cacerolas, porque los tiempos de cocción van a ser distintos. O sea va a depender de cuan gordos sean los espárragos. La parte alta, lleva bastante más tiempo que la de las puntas. Ir probando hasta que los trozos duros estén bien blandos.
Colar y procesar los extremos altos. Queda una pasta de espárragos. Pero atención no procesar las puntas ni el tramo que las acompaña. Estas, reservarlas hasta el momento adecuado.
Rehogar la cebolla picada e incorporarla a la pasta. Agregar el ajo picado muy chiquito, la crema, la cucharada de harina. Por último incorporar los huevos, mezclar bien y condimentar. Reservar.
Estirar la masa. Acomodar en un molde enmantecado y enharinado.
Acomodar sobre la superficie de la masa los cabos de espárragos con las puntas, reservados anteriormente.
Verter por encima la mezcla anterior. Espolvorear por arriba con abundante queso rallado.
Hornear a medio fuego hasta que se dore la masa y el queso rallado de la superficie.
Se puede comer tibia o fría. Ambas formas son deliciosas.
Yo la serví tibia acompañada de ensalada de rúcula, queso parmesano en bastoncitos y maníes tostados sin sal. Una verdadera delicatessen!! Y ahora es sin “K”.
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