Esta salsa me la enseñó mi suegra. Es sumamente simple y riquísima. Ella la hacía especialmente para el “Puchero a la Gallega ”. Servía en la mesa distintas fuentes de carnes; una de cerdo, otra de carne de vaca, gallina o pollo si había y colocaba además, una salsera con esta preparación. Cada comensal la servía encima de las carnes del puchero y/o arriba de las verduras.
Como es tan rica, la comencé a preparar para acompañar sandwiches de chorizo, hamburguesas y churrasquitos, o simplemente para comer con pan.
Ingredientes
1 taza de agua
Sal, aceite de oliva y vinagre de vino o de alcohol, o de manzana o el que Ud. tenga a mano.
Preparación
Tomar cada tomate y marcarle con un cuchillo uno o dos tajitos. Colocarlos un momento en agua hirviendo y quitarles la piel. Trozarlos en rebanadas y aguardar. Pelar las cebollas y cortarlas en juliana.
Luego en una cacerola, poner a calentar el agua, agregar los tomates cortados y las cebollas. Condimentar con sal. Si le gusta que sea picantita, incorporar un ají de los chiquitos y picantes. Dejar hervir hasta que las cebollas se tornen transparentes y se consuma bastante el líquido. Retirar del fuego y agregar un chorro generoso de aceite de oliva y otro de vinagre. Dejar enfriar y consumir. Se puede guardar en heladera varios días.
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