Este fue el diálogo que mantuve casi por igual, tanto con Pablo como con Inés (hijos de Marta)
-- Hola Pablo. --Saludé -- ¿Tenes alguna foto del puchero de tu mamá? Me dio la receta, pero quiero agregarle fotos para el Blog.
-- No. No tengo – me respondió Pablo.
-- Cómo no tenés, si lo comen una vez por mes? –Pregunté un tanto decepcionada.
Pablo pensó unos minutos y me respondió:
-- ¿Sabés que pasa? Cuándo ella sirve las bandejas con el puchero, nos abalanzamos sobre la mesa y nunca se nos ocurrió fotografiarlo. Te prometo que en el próximo le sacamos fotos.
Por lo tanto las fotos que agrego, son de un puchero que hago yo muy similar, al cual a diferencia del de Marta, le agrego unos trozos de gallina.
Y aquí va la receta tal cual le escribió “La tía Marta”
Gran puchero familiar de MARTA
Cantidades según el parecer de la cocinera, la cantidad de comensales y el apetito de los mismos
Elementos:
Carne de vaca (carnaza o falda y caracú)
Pechito de cerdo
Oreja y rabo de cerdo (optativo)
Panceta
Chorizo colorado
Trozos de jamón crudo (optativo, lo que queda después de la máquina de fiambre)
Verdurita
Papa
Batata
Zapallo (no calabaza)
Repollo (verde oscuro, crespo, si es posible)
Zanahoria
Choclo
Garbanzos y porotos, envueltos en una bolsa de género para que no se deshagan.
Elaboración
Colocar en una olla todos los cárnicos en momentos distintos según el tiempo de cocción que necesiten: carne de vaca, chorizo, trozos de jamón, al principio.
No salar hasta el final de la cocción.
En otra olla poner las verduras según el tiempo de cocción: los garbanzos y porotos primero. la zanahoria el repollo, etc
No salar hasta el final.
No poner mucha agua a las verduras , porque cuando la carne haya hervido una hora, se sacara la mitad de ese caldo y se echará en la olla de las verduras para que se cuezan con el gusto del cerdo. Si es necesario, agregar un poco de agua a la olla de las carnes.
Cocinar hasta que todo esté listo.
Poner en la mesa una aceitera con oliva y un pote de mostaza. No yanquizar con ketchup !!
Sentarse a esperar el Puchero, no al revés.
¡Qué aproveche!
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