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Recién preparado y humeante |
Esta receta me la enseñó mi suegra Celina, oriunda
de Galicia, España. Ella mantenía las
costumbres y tradiciones familiares e insistió siempre para que sus
descendientes, también las adquirieran.
El pulpo a la gallega, como su familia y ella lo
preparaban, debía cumplir varios requisitos bien estrictos, a saber:
1) El pulpo debía ser grande, con unos buenos tentáculos. En general de
origen español. (Aunque en nuestro país,
esto resulta algo caro…). Aquí se
consiguen fácilmente los pulpos de origen chileno, pero… son bastante
más pequeños.
2) El pimentón de muy buena calidad, también importado
de España de ser posible.
3) Aceite de oliva. Utilizado de forma generosa.
4) Por último, las papas. Deben ser de buena calidad y de tamaños parejos, o a lo sumo, cortadas en trozos de dimensiones
parecidas.
Ingredientes
para pulpo a la gallega (Tres
personas, comen bien)
1 kg. de pulpo. (En mi caso pude conseguir
dos tentáculos más la cabeza, y eso ya
pesaba 1 kg.)
1 kg. de papas/patatas.
2 dientes de ajo.
3/4 taza de aceite de oliva.
1 cucharada de sopa, colmada de pimentón.
Sal a gusto.
3/4 taza con el agua de la cocción del pulpo.
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Dos tentáculos y la cabeza (1 Kg) |
Preparación
Colocar una cacerola con abundante agua y sal a
hervir. Cuando llegue al punto de ebullición, introducir el pulpo adentro.
Aquí
es donde Doña Celina comenzaba a enseñarme los secretitos.
El primero: colocar el pulpo en el agua hirviendo, dejarlo tan sólo
1 minuto y retirarlo. Repetir esta
operación hasta 3 veces. Mi suegra lo llamaba: “asustar al pulpo”, pero
en realidad, se hace para que la carne se
contraiga en tres etapas y no de un sólo golpe. Eso lo hace más tierno. Luego sí,
cocinarlo entre 25-35 minutos.
El segundo secreto, era buscar una “pajita de
escoba” para pincharlo y ver si estaba tierno. No había que utilizar un escarbadientes por que este tenía la madera más dura. Y digo "era"
porque en esta época ¿Quién tiene una escoba de paja en su casa? Ahora son
todas de plástico... Yo no la conseguí, así que tuve que utilizar el controvertido escarbadientes,
con el desagrado que eso le habría
causado a Doña Celina, de haber estado
presente.
Celina, a
las papas las cocinaba junto con el pulpo. O sea, en la misma cacerola que el
pulpo, pero las ponía un rato después, calculando
por el tamaño de las papas, en cuanto tiempo se cocinarían. La idea era que
ambos productos llegaran bien cocidos
simultáneamente. Pero, para eso hay que tener muy buen ojo y yo no
lo tengo, así que en mi caso, prefiero cocinar las papas en una
cacerola aparte.
Paralelamente,
mientras faltan pocos minutos para que ambos productos lleguen al punto óptimo
de cocción, se vierte el aceite de oliva en una sartén y se calienta
a fuego bajo, pero con los dientes de ajos pelados sumergidos en dicho aceite.
Cuando los ajos están dorados, (¡¡No Quemados!!) se retiran y allí mismo se
agrega el pimentón, apagando en ese instante el fuego para que el pimentón no
se queme. Mezclar bien el pimentón y el
aceite e incorporar enseguida la ¾ taza de agua de la cocción del pulpo reservada y mezclar.
¡¡Atención!!
No quemarse, pues el aceite salta al contacto
con el agua.
Siguiente paso: Retirar el pulpo de la cacerola y cortarlo en trozos
con una tijera. Acomodar en una bandeja, agregar las papas y rociar con la
salsa de pimentón por encima.
Y rapidito ¡¡A comerrr...!!
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Bandeja calentita, a la mesa! |
Acompañar con
un rico vino y un pan bien crujiente, pues la salsita pide pan. No puedo
explicarles con palabras lo rico que resulta este plato. Impagable!!!
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Ahora que me acerqué. ¿Huelen el aroma? |
Nota Importante:
Los dientes de ajo en el aceite
aparte de perfumarlo, cumplen la función
de un termostáto. Pues cuando estos se doran,
es cuando el aceite alcanza la temperatura ideal para agregar el
pimentón sin que se queme.