miércoles, 29 de febrero de 2012

CUBA. Capítulo 3


Nuestro contacto en La Habana para reclamar  por  el coche, nunca contestó las llamadas. Por lo cual resolvimos ir a la oficina central de Cubacar.
Para los traslados utilizábamos taxis. Llegamos a tomar un taxi modelo Plymouth 1945 (tenía más años que nosotros y funcionaba). Solo se paró 3 veces durante un recorrido de 30 cuadras y cuando llegamos al hotel,  tuvimos que  cambiar nuestra vestimenta,  ya que  se hallaba impregnada con olor a gasoil


Merecen un  apartado especial los taxistas en Cuba, sobre todo en La Habana. Son gente muy instruida, que pueden llegar a tener más de un título universitario (ingenieros, doctores en letras o filosfía, etc) Saben la historia de su país al dedillo.
Cuando  comentábamos sobre el recorrido que teníamos pensado hacer, todos coincidían en decirnos que realmente nuestro itinerario era una aventura, que no circuláramos por las rutas a partir de las 18 Hs y menos aún de noche. Pensábamos lo peor, que nos podían asaltar, acuchillar…

Luego de luchar bastante con los empleados de Cubacar obtuvimos nuestro coche,   no tenía nada que ver con lo que habíamos alquilado. Pero era lo que había.
Un coche económico y no “mediano”,  de origen chino e increíble, ¿saben cual era la marca?: GEELY (a mi me llaman GELY) o sea que tenía mi nombre. De aspecto se veía bien, con las utlidades básicas y con más de 60.000 km. Nos habían avisado que no se podía usar GPS,  que no estaba permitido.


Compramos un mapa carretero y ahora sí: ¡¡A la Ruta!!!
 Pero eran más de las 12 del mediodía y nos habían dicho una y mil veces que no manejáramos después de las 6 de la tarde.  En Cuba es Invierno, a las 6 PM cae el sol y en 10 minutos se hace noche cerrada.

Alex había trazado un minucioso plan de viaje. Manejarían solo los hombres y por turno. Mientras tanto,   las mujeres  en el asiento de atrás prestaríamos  apoyo logístico/comestible. (veníamos provistas  desde  Bs. As. con  equipo de mate completo,  galletitas saladas y dulces, caramelos, agua,  etc.)

Primer punto de parada: Ciego de Ávila.

CONTINUARÁ

lunes, 27 de febrero de 2012

CUBA. Capítulo 2

Antes de retirar el coche nos habíamos dejado 2 días libres para volver a recorrer la ciudad vieja de La Habana. Los cuatro coincidimos en que esta,  se encontraba más remozada que cuando la habíamos conocido por primera vez. Alex y Moni habían ido en 1996,  Marce y yo fuimos en 1998. Había edificios pintados, algunos restaurados y muchos más negocios a la calle. Hermosos restaurantes y lugares para tomar algún refresco, porque si bien ahora es invierno, la temperatura suele ser superior a los  30 grados y es muy húmedo.


Lo más lindo de esta ciudad y de cualquier lugar donde uno va de turista,  es perderse. Si,  caminar sin rumbo fijo y tener que preguntar  como se sale del laberinto de callejuelas. La gente es muy amistosa y cordial.


Rápidamente entablan conversación y sobre todo porque somos argentinos. Nos nombran al “Che”, que según ellos dicen se hizo “Cubano” y a algún jugador de fútbol conocido Maradona o Messí (según la edad del interlocutor).


Hay mucha, pero mucha gente por las calles. Circulan caminando, en bicicletas taxi, en coches de modelos antiquísimos que aún funcionan. 



Venden muchas cosas o directamente piden que les demos algo de lo nuestro. Uno llegó a pedirle a Marce que le diera la camisa que llevaba puesta… y una señora me pidió mi sombrero, que era bastante feucho.


Los edificios importantes: museos,  iglesias,  antiguos palacios etc. se ven muy cuidados. Mucha cantidad de turistas de todo el mundo: alemanes, japoneses, italianos,  noruegos, holandeses, y muchos argentinos.  



Al segundo día,  se nos ocurrió pensar  que coche nos tocaría. Cuando desde Bs. As. acordamos de alquilar un vehículo, la verdad sea dicha,   yo puse ciertas condiciones. A causa de una  vieja hernia de disco que sufrí en un viaje,  deseaba un móvil más o menos cómodo. Entre idas y vueltas alquilamos un modelo mediano. Nos enviaban fotos de varios, pero no  definían cuál iba a ser el que nos entregarían, por lo cual era una incógnita. Pero  era así o nada. Aceptamos.


Llamamos por TE desde el hotel para preguntar sobre nuestro coche que debíamos retirar al día siguiente. Nadie sabía nada, ni siquiera que teníamos pago un coche de alquiler.

CONTINUARÁ

domingo, 26 de febrero de 2012

CUBA. Capítulo 1

¡¡QUE AVENTURA!!  Dijo casi gritando y tomándose la cabeza con ambas manos, la simpática Agente de Viajes, en la recepción del hotel.
Los cuatro nos quedamos mirándola sorprendidos, entonces ella bajó las manos de su cabeza y dijo:
─ ¡Pero hermosa! Una aventura muy interesante. No es poca cosa recorrer  todo el interior de Cuba manejando.

Habíamos llegado desde Buenos Aires a la Habana, en un vuelo con escala que duró más de 12 hs. Estábamos agotados… ¿Jóvenes? ya no somos. Entre los cuatro cubrimos el rango que va  desde los 64 hasta los 67 años. Pero aún nos queda el espíritu de aventureros que tuvimos siempre.


Nuestras aventuras comenzaron a los 24 años, primero de novios, luego casados, casados con hijos y ahora de abuelos. Por eso la Agente de Viaje nos miraba como a bichos raros cuando le contamos que habíamos alquilado un coche desde Buenos Aires, para recorrer toda la isla. La hermosa isla de Cuba,  tan bien bautizada como: La Perla del Caribe.

Ambos matrimonios conocíamos previamente Cuba, pero como turistas convencionales que concurren a los lugares clásicos que organizan  los Tours. Por eso  Alex, que siempre es el que más empuja de los cuatro, fue el creador de la idea y allí estábamos a punto de iniciar el recorrido.

El relato va a llevar varios capítulos, por lo cual  presentaré a los personajes:
Alex y Mónica (una pareja)
Marcelo y Gely (la que relata),  la otra.

CONTINUARÁ

jueves, 2 de febrero de 2012

Tarta de calabaza, maíz y queso

Con la heladera y el  freezer  medios vacíos y  el gran calor que hizo en estos días,  lo que menos deseaba era ir a hacer compras. Comencé a revisar que quedaba: Una sola tapa de pascualina, un trozo de queso fresco, un pedazo de calabaza, cebollas, medio morrón bastante arrugadito y maíz congelado. ¡¡¡Albricias!!!, Si me alcanzaban los huevos,  haría un pastel de maíz y calabaza sin salir de casa.

Ingredientes
Una tapa de masa de pascualina
1 bolsita de maíz en granos (de esas que se congelan)
½ calabaza
2 cebollas
½ ají morrón
2 cucharas de crema de leche
3 huevos
100 grs de queso tipo cuartirolo o ½ taza de queso rallado
Aceite, sal,  pimienta molida y nuez moscada
Algunas semillas de sésamo

Preparación
En una fuente y en horno de microondas,  cocinar la calabaza cortada en cubitos y cubierta con un poco de agua.


Depende del tamaño de la calabaza el tiempo de cocción, debe quedar tierna sin que se haga puré. Reservar.


Rehogar en un poco de aceite, las 2 cebollas cortadas en cubitos y el ají morrón. Agregar el maíz y cocinar un poco más.


Dejar enfriar y luego mezclar con los cubitos de calabazas, incorporar la crema de leche, los condimentos y mezclar todo con los 3 huevos.


En un molde enmantecado colocar la tapa de pascualina y verter el relleno. Colocar encima de este láminas de queso y espolvorear con las semillas de sésamo.


A horno mediano cocinar hasta que esté doradita.
Servir caliente o fría acompañada de ensalada de hojas verdes.