jueves, 29 de agosto de 2013

Caja de 10 artículos

Mi marido y yo compramos un único producto y para pagar, fuimos a una caja rápida. Delante de nosotros había una señora, la llamaremos Ana. 
 Ana llevaba un solo artículo, cuando llegó a la caja, en vez de pagar, salteandonos a nosotros, le ofreció gentilmente su turno a la señora que venía detrás en la fila. Esta señora a la que llamaremos Marta, avanzó contentísima cómo si no estuviéramos. Sentí que me subía la ira y estaba a punto de protestar. Mi marido dijo: 
— Dejála, no te pelees. —Nosotros estamos antes. ¡Y también llevamos un solo articulo! —protesté. 
— No importa. No vale la pena pelear por esto. 
 Me calmé, dejé adelantarse a Marta y comencé a observar: Marta y Ana conversaban muy entretenidas mientras esperaban a que la cajera pasara sus productos. De pronto, Ana saca de su cartera un álbum de fotos pequeño y se lo muestra a Marta. Le digo a mi marido: 
 — Mirá, tanta amabilidad tenía un costo, ahora Marta tiene que mirar todas esas fotos. Se notaba que Marta las miraba por puro compromiso y lo único que deseaba, era terminar rápido el trámite de la caja. Cuando le tocó el turno nuevamente a Ana, se dió vuelta y nos dijo: 
— Pasen Ustedes. Yo tengo que cambiar un artículo. Fue hacia adentro del supermercado y volvió con un paquete de azúcar. Nosotros mientras tanto terminamos nuestra compra y estábamos por irnos, pero vemos que Ana, seguía cediendo los lugares a la gente que estaba detrás de ella y con cada uno iniciaba una conversación. Era evidente que no quería irse de la fila de la caja, porque allí encontraba con quién conversar. En ese momento, me alegré de no haberme dejado llevar por la ira y pensé:
 —Es bueno no enojarse y ver la situación en su verdadero contexto...

lunes, 26 de agosto de 2013

Solitario

Es una tibia tarde otoñal, camino por el hermoso parque costero de Vicente López. Miro los veleros a lo lejos y me rodea la gente que toma mate, corre, juega a las bochas o comparte una guitarreada.
Me detengo ante un personaje que me llama la atención. Él,  solo, aislado de tanta alegría y movimiento está sentado a la orilla del río. Un hombre de unos 65 años, muy humilde, con barba rubia entrecana, saca trozos de pan de una enorme bolsa que está su lado y los arroja al aire. Muchos pájaros lo rodean.
 Una expresión triste en su rostro hace que mi imaginación comience a tejer su historia: es un solitario, no tiene a nadie y junta pan viejo durante la semana para venir a darles  a los pájaros. Siente que ellos le hacen compañía y lo alegran más que los seres humanos.
            Se le insinúa una sonrisa cuando ve a los pájaros disputarse los trozos de pan. Palomas, zorzales, cotorras y gorriones toman los trozos y salen volando.
Se le va vaciando la bolsa de pan. El recreo llega a su fin, pronto regresará a su vida  solitaria hasta la próxima tarde de pájaros.
Sigo mi camino, pero ese hombre ya es mi personaje.

viernes, 23 de agosto de 2013

Foto de una mañana muy fría

Estoy  sentada tomando un café en un bar de una famosa cadena mundial. El lugar está lleno  a esta hora de la mañana. Gente que traslada su oficina virtual hasta aquí. Miran sus Ipads o Netbooks  o Ipods,   toman su café mientras observan las pantallas aislados del mundo. Pero  también los hay sentados en grupos,  conversan y discuten cómo encarar el trabajo del día.

En una mesa cercana escucho a un maduro arquitecto que trata de convencer a una joven pareja,  sobre la conveniencia de hacer  un agregado a su futura vivienda.

Un poco más alejado, aguzando el oído escucho  a dos mujeres jóvenes hablando de sus maridos e hijos. Una de ellas se queja del poco dinero que le pasa su ex y como le arruina la vida a ella y por ende a  su hijo.

Si miro para el frente, veo y escucho  a un abogado con cara de vivillo. Saca documentos de un maletín y los muestra,  sin parar de hablar,  a un anciano con cara  triste y preocupada.

Hace mucho frío y a cada rato se escucha el ruido de la máquina Express mientras el aroma del café recién molido se expande gratamente.


Cuando entra o sale un cliente,  por la puerta entreabierta, penetra una ráfaga de  aire frío desde la calle.
De pronto,  una señora mayor pide un chocolate con leche.
 ─ ¡Ohh!  ─ digo ─ ¡Es el famoso submarino!
Miro como lo preparan: Usan un  vaso alto  de vidrio. Lo colocan  dentro de una jarrita metálica con una manija pequeña al costado. Vierten leche muy caliente adentro,  casi hasta  llenarlo y sumergen allí,  una barra entera de chocolate. 


¡Que rico para este día tan frío!
Comienzo a recordar lo popular que era años atrás tomar chocolate caliente. Estaba el famoso Vascolet y el Toddy. O simplemente íbamos a La  Giralda a tomar chocolate con churros. 


Pero ahora, en tiempos de Netbooks, Ipad y demás adelantos tecnológicos, aunque la gente  se  sigue acompañando de cafecitos,  también  toman, sobre todo los jóvenes,  muchos  “batidos”. 


Los hay de todo tipo, pero eso corresponde a otra foto.

domingo, 11 de agosto de 2013

Pastel de carne con puré mixto

Si, ya se que van a comentar: ¿Quién no sabe hacer un pastel de papas? o como le llamo yo, ¿De carne? Pero esta es mí receta.
Es un plato sumamente popular, fácil de hacer y muy rendidor. Conocido en casi toda Sudamérica. Cada país usa las papas que hay en su región, pero el relleno es siempre de carne vacuna. Hay muchas clases de papas y cada cual con su sabor. En mi caso utilizo para el puré: papas, batatas y zapallo. Aquí va mi receta:

Ingredientes
500grs de carne vacuna magra y picada
2cebollas grandes
1cebolla de verdeo
Aceite
1/2 ají morrón rojo
2 huevos duros
2 papas grandes
2 batatas
1/4 de zapallo (yo utilice el zapallo tipo carburé)
25 grs. de manteca.
Condimentos: Pimienta molida en grano, queso rallado, sal, comino, nuez moscada, 1 ají picante pequeño, orégano.
Preparación
Relleno: Pelar las cebollas blancas y la de verdeo, cortarlas en daditos. Igual con el ají morrón.


Utilizar un wok o cacerola grande, echar un poco de aceite y a fuego mediano dorar las cebollas, el verdeo y el ají morrón. Una vez que la cebolla quede transparente,  incorporar la carne picada.  Rehogar todo a fuego lento hasta que la carne  esté cocida. Condimentar con sal, ají picante y un toque de orégano. Si te gusta agregas una cucharita de las de café de comino. Yo lo hice y quedó muy bien. Revolver bien el relleno y reservar.
Aparte hervir dos huevos hasta que queden duros. Reservar.



Puré Mixto: Pelar las papas y batatas. Cortar en cubitos y cocinar en agua con sal. Cocinar aparte el zapallo. Hacer un puré con los tres (papas, batatas y zapallo) incorporar la manteca, pimienta y una pizca de nuez moscada. Mezclar bien con cuchara de madera.


Armado final: Embadurnar con un poco de aceite fondo y paredes de  una bandeja para horno. Colocar una capa pareja de puré en toda su extensión.


 Cubrir con el relleno, picar los huevos duros y esparcirlos por arriba del relleno. Tapar el relleno con el resto del puré. Aplanar con una cuchara y esparcir queso rallado por encima de toda la superficie del pastel.


 Llevar a horno mediano unos 20 minutos y luego,  hacer que se dore el queso rallado en el grill del horno. 
Servir calentito.


lunes, 5 de agosto de 2013

Tarta de choclo con queso azul y mozzarella

Los choclos que se compran en los puestos de verduras  están viniendo muy tiernos y lindos. A pesar de que me encanta comerlos al natural, simplemente hervidos con un poco de sal y agarrándolos en la mano, me tenté y separé algunos para hacer una tarta.

Ingredientes
4 choclos hervidos.
2 cebollas medianas.
1 cuchara de crema de leche.
3 huevos.
Sal, nuez moscada, pimienta en grano.
100grs. de queso mozzarella.
100grs de queso tipo azul.
1 disco de masa para tarta.
Aceite, margarina para untar.



Preparación
Hervir los choclos en agua con sal. Una vez tibios, desgranarlos con un cuchillo hasta el marlo. (Yo usé choclos frescos, pero se puede hacer la misma tarta con maíz envasado y/o congelado)


Pelar las cebollas, picarlas y dorar en una sartén con un poco de aceite.
Mezclar  los granos de maíz con la cebolla dorada, agregar la crema, los huevos y condimentar.
Enmantecar  una  bandeja para horno y  acomodar la masa.  Verter el relleno  sobre ésta y desparramar sobre la superficie, los dos quesos mezclados y cortados bien pequeños.


Hornear a fuego moderado hasta que se dore.


Nota: Si le gusta que la tarta quede más firme, se puede agregar a la mezcla 2 cucharas de pan rallado o una colmada de harina.



Servir tibia o fría con una ensalada, o con arroz, o con lo que desee. ¡Muy Rica!



Ahhh… ¿No saben que es eso amarillo que usé para guarnición? Pues son plátanos verdes fritos