domingo, 8 de noviembre de 2015

Costillar a la parrilla hecho con leña de espinillo

Para preparar un costillar como este, es casi necesario  hacer una “vaquita”. En buen porteño de Buenos Aires, este vocablo  significa,  poner dinero entre todos para comprarlo. Un costillar entero puede salir  bastante caro.  
Luego tener un buen carnicero que lo encargue y garantice que va a ser tierno. 


Santiago fue el de la idea,  por lo cual  organizó todo y le solicitó al carnicero, que marque el costillar con tres cortes  solamente del lado de los huesos.
 Pero además quería hacerlo a la leña y no cualquier leña. Le habían dicho que era muy bueno para esta ocasión usar leña de espinillo.


¿Porqué espinillo? Pues porque  larga mucho, pero mucho humo, entonces  el costillar queda   con un sabor  ahumado muy especial.

Por suerte hay casas que venden todos los tipos de leña que se les ocurra. Compró 25 Kg de leña de espinillo. El costillar pesaba más de 9 Kg

Preparó el fuego y al lado armó un fuego extra, para ir alimentando al primero


Luego saló muy bien de ambos lados del costillar. Utilizó bastante sal pues el calor y la grasa se van llevando la salazón.


Una vez desparramado el fuego y con la parrilla bien caliente, pero con poca brasa debajo, acomodó el costillar con los huesos mirando hacia las brasas.

Solo lo volteó una vez, cuando apareció el jugo de la carne en la superficie de arriba. Para ello pasaron varias horas. 


El tiempo que empleó entre armar el fuego y cocinarlo, fue de unas 6 horas.
El tiempo que empleamos en comerlo fue aprox. de 1:30 hs. Estuvo excelente!!

Este bebé de 5 meses le hizo honores!!!

P.D. Disculpen que no saqué fotos de las porciones, pero de tanto sentir el olorcito, cuando llamaron a la mesa,  me olvidé de las fotos...

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