lunes, 17 de enero de 2011

Historias de Vida - Capítulo 7

Parque Nacional El Rey
 

Los hechos que relato de este viaje transcurrieron hace 38 años. Es muy probable o casi seguro,  que en este lapso la infraestructura de la zona haya cambiado, o no.

En nuestra  guía de turismo decía:
 “Paseo para internarse en un medio representativo de la selva subtropical andina, conocida como Yunga . Posibilidad de recorridos guiados por los guardabosques. Muy adecuado para los aficionados al campamentismo. Son  93 Km, de ellos 45 son pavimentados, el resto consolidado. No hay aprovisionamiento ni hospedaje. Debe llevar repelente de insectos.
La mejor época: De abril a noviembre. Evite visitarlo de diciembre a marzo ya que las fuertes lluvias y las altas temperaturas (promedio nunca inferior a los 35 grados centígrados) dificultan el acceso a los senderos más impactantes y favorecen la proliferación de "Jejenes", garrapatas y otras plagas molestas e "insidiosas", que no propagan enfermedades.

¿En que mes fuimos nosotros cuatro? ¡Febrero! Pero éramos tan jóvenes…  Puro entusiasmo,  arrojo e inconciencia.

Nuestros vehículos no eran camionetas 4x4. Una así hubiera sido genial...


Solo un modesto Citroen y un viejo DKW. A propósito de ello,  el DKW tenía 3 platinos, uno por cada pistón. Estaban ubicados en el frente del coche, pero en la parte de abajo. Los cubría una tapa de goma. Este sistema no era muy resistente al agua, sobre todo si esta venía de frente y con fuerza.
Teníamos que cruzar varios vados, aún no sabíamos cuantos, porque eso dependía del crecimiento de los ríos. Pero era evidente que el DKW, no estaba preparado para ser anfibio.
 En el primer vado, se plantó en  medio del agua y con fuerte correntada. Al mojarse los platinos, no llegaba la corriente a las bujías.
Secamos los platinos a mano, los apantallábamos,  los soplábamos etc.
Marce y Alex empujaron al DK,  mientras una de nostras iba al volante y así logró salir. Luego con el calor ambiente secó y arrancó. Bahh… es un decir, empujándolo arrancó.
A esta altura el coche iba perdiendo prestigio y cada vez le achicábamos más el nombre. Ahora era DK, a secas.


Cuando llegamos al segundo vado nos pasó exactamente lo mismo. Entonces Marce y Alex, desarrollaron la siguiente estrategia:

1-      Al llegar al próximo vado, nos bajábamos todos de los dos coches.
2-      Alex se subía al capó del DK y en cuclillas haciendo equilibrio, trataba de tapar con una paleta de madera (tipo frontón), el frente de los platinos. Eso era para que el agua no incidiera con tanta fuerza sobre ellos.
3-      Mientras,  Marce manejaba muy despacio, hasta alcanzar la otra orilla.
4-      Las chicas debían cruzar caminando, para evitar peso.

De esta forma logramos sortear algunos de los vados y otros no. Pero era muy cómico y muy loco ver ese espectáculo.  Lamentablemente, no tenemos fotos de esos momentos…

En cuanto al Citroen, lo cuidábamos mucho por las dudas, no sea  que  copiara las mañas del DK. Por ahora no presentaba problemas;  cruzaba con el agua al borde de las puertas y no se paraba.

Este proceso nos llevaba mucho tiempo y solo eran 45 Km de recorrido. Cuando lográbamos continuar, con el DK marchando siempre adelante por si  se quedaba, la carretera iba subiendo en altura. Por momentos se transformaba en una huella y el calor era insoportable...


No había indicaciones, ni carteles… por eso me  alegré mucho al  divisar  por fin uno.  Leímos:
“!ATENCIÓN! ANIMALES SALVAJES SUELTOS. CUÍDELOS”

Fue ahí mismo que vimos una vaca, salvaje ella, que venía corriendo en sentido contrario a nuestro DK y nos chocó brutalmente. Fue del lado del conductor,   pero ni se detuvo, siguió corriendo cuesta abajo hasta que la perdimos de vista.
Paramos y comprobamos que nos había abollado todo el guardabarro.
Marce gritaba: - ¡¡Maldita vaca!!

Aún no sabíamos lo peor. Los vados eran siete, pero uno de ellos no era Vado, era río. O sea llegamos a un lugar en el cual el camino se transformaba en lecho de río.

Continuará

2 comentarios:

  1. Yo no recuerdo muy bien el capitulo de la paleta en el DK. Para Mónica era una tabla de picar carne!! Para mi tambien era una paleta... Tampoco me recuerdo yo sobre el capot del DK. Lo que me parece es que con alambre y pinza la dejamos fija como pudimos en la parrilla del DK.

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  2. Cómo se verá más adelante cada uno de nosotros tiene recuerdos distintos sobre una misma situación, pero todos son válidos.

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