sábado, 5 de octubre de 2013

Sin Prejuicios.

Manuel, Manu,  para los conocidos,  tiene 2 años.  Maneja un vocabulario escaso pero cuando se refiere a sí mismo, lo hace en tercera persona:
Manu agua –significa que él quiere agua.  – Manu luna– quiere una medialuna.
En media lengua se hace entender perfectamente para cubrir  necesidades y caprichos, pero como es un niño muy histriónico,  cuando le falta lenguaje,  actúa y consigue igualmente lo que desea.

Hasta aquí, es como cualquier niño normal de su edad, pero él posee  otras dos cualidades,  es muy sociable y simpático. Va por la calle de la mano de su mamá o de su papá y saluda a todo el mundo con su manito, diciendo:
- Hola. O bien:
- Chau.

El otro día Manu y su mamá  iban a la panadería. A mitad de cuadra se encontraron con un linyera sentado en el piso y apoyado en un árbol. El hombre, de edad indefinible se encontraba en pésimas condiciones. Sucio, mal vestido, rotoso, con olor a vómito y vino. Cómo si fuera poco, de su cabeza casi calva, salían unos forúnculos  impresionantes.

Cuando Manu de la mano de su mamá pasó al lado, quedó hipnotizado ante esa imagen. Lo miraba y moviendo la manito, decía:
- Hola…
El linyera hablaba solo y decía palabras incoherentes con voz fuerte y gangosa, pero Manu no podía despegarse del lugar, a pesar de que su mamá le tiraba del bracito y decía:
- Vamos Manu, tenemos que ir a la panadería.
El niño parecía atornillado al lugar, mientras el linyera, seguía vociferando y hacía gestos con ambas manos.
La madre, atemorizada,  quiso levantar a la criatura  para llevarlo por la fuerza y  en ese momento,  el niño  dijo:
-Manu beso.
Ante el susto de la madre, que no quería que se acercara tanto y menos que lo besara, el niño se inclinó y sorpresivamente le estampó al hombre  un beso en medio del rostro sucio y oloroso.

- ¡Vamos Manu! –replicó la madre enojada. Entonces la mamá fijó la vista en la cara del linyera y vio que tenía los ojos anegados de lágrimas y  dos goterones se deslizaban por su rostro dejando un surco entre medio de tanta suciedad.
Cuando la madre levantó a Manu en brazos, el linyera le dijo en forma muy clara:
- ¡Cuidáme mucho a este chico! ¿Ehh?


8 comentarios:

  1. Transcripción de mensajes enviados por mail:

    A mi me ha gustado mucho....
    Tanto como al linyera.... (es verdad).
    Franz desde Madrid. España.
    …..
    Que niño tan especial....
    Que lindo.Que gesto.
    El vio lo que los grandes por convicciones no saben ver.
    Muchos son hijos de Dios y traen su espíritu especial.
    Josefina. Desde Posadas, Misiones. Argentina.
    …..
    Hola Gely,
    Aquí estoy en Miami. Me conmovió la historia de Manuel. A mi también se me escaparon dos lagrimones… Que inocencia y ternura ¿No?
    Desde USA.

    ResponderEliminar
  2. Conmovedor el gesto de Manuel, tanta ternura e inocencia, ejemplo a seguir para nosotros los grandes que somos indiferentes al dolor de nuestros semejantes, sin pensar que historia los llevo a ese lugar.
    Beso grande para Manu!

    ResponderEliminar
  3. Me dejaste sin palabras, ojalá haya mas Manuel en este mundo!!!!

    ResponderEliminar
  4. Gely, que relato tan rico en bondad y amor, estoy feliz de haber leido este post
    Un abrazo enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias!! Que alegría volver a leerte. Beso grande!!!

      Eliminar
  5. Ese niño es muy especial. Como dijo el linyera, que uno nunca sabe si son angeles disfrazados de pordioseros..." cuidame ese niño"
    No puedo evitar al leer esto, que se me humedezcan los ojos. Por lo menos te vaticino que este angelito sera medico, cientifico o un hombre fuera de serie.

    ResponderEliminar