sábado, 18 de diciembre de 2010

Zorzal colorado.

El zorzal colorado habita preferentemente sitios muy arbolados como las selvas y montes del Cono Sur de Latinoamérica. Sin embargo, merced a su notable capacidad de adaptación, se lo encuentra además en zonas que sufrieron desmonte y ocupación por el hombre. Es muy frecuente su presencia en plantaciones, en poblados y también en parques y jardines de grandes ciudades.
Estos pájaros viven en parejas; Los zorzales son aves sedentarias que rara vez se alejan más de trescientos metros de sus apostaderos; su vuelo es corto y rápido, de recorrido ondulante.
Reproduccion:
La pareja de zorzales permanece unida durante el invierno y en primavera inicia la construcción del nido que albergará a su prole.
El primer paso es elegir una horqueta fuerte, horizontal o vertical, capaz de sostener un nido voluminoso y relativamente pesado.
Colocan primero una especie de soporte de ramas entrecruzadas, hierbas y gramíneas, sobre las que elevan una estructura de barro mezclado con elementos vegetales, verdadero adobe que luego es recubierto con ramitas, hojas secas y musgo.
La vigilancia del nido y la alimentación de los pichones constituyen las dos tareas principales de la crianza. Tanto el macho como la hembra llevan a cabo ambas actividades, aunque el macho parece inclinarse por el papel de la vigilancia y la hembra por el de la alimentación
Su futuro:
A pesar del desmonte, pareciera que el hábitat del zorzal colorado no se ve amenazado, la capacidad de adaptación le permite adoptar otros nuevos, curiosamente provistos por los seres humanos, como son los campos cultivados, parques y jardines. Allí consigue lo necesario para su subsistencia, contribuyendo a propagar ciertas especies vegetales y a controlar poblaciones de insectos que nos son perjudiciales.

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