miércoles, 8 de junio de 2011

Cerdo con papas y grelos

¿Qué son los grelos?
Son los tallos tiernos que soportarán la flor del nabo (Brassica napus) que aparecen en la planta justo antes de su floración. El grelo es ingrediente básico de los platos más famosos de la cocina tradicional gallega, tales como el lacón con grelos o el caldo gallego. El nabo es una planta adecuada para climas fríos y húmedos que se adaptó durante siglos al terreno profundo, fresco y fértil de Galicia. El primer producto que da es la nabiza: las hojas de las primeras ramas; las más tiernas se cuecen en el  caldo y las más leñosas sirven de alimento al ganado. http://www.marronglace.net/grelosdegalicia.htm


En Buenos Aires, no es común encontrar grelos en las verdulerías. Solo están unos pocos días al año y en invierno.  Hay en unas pocas verdulerías, aquellas que suelen proveer  mercadería  exótica (principalmente para restaurantes) o también,  puede ser que se los encuentre en una feria.
La bisabuela de mis hijas, Doña Eudosia,   a quién las vueltas de la vida la trajo desde su Galicia natal a Buenos Aires, solía hacer esta comida en esos días tan  fríos de nuestra húmeda ciudad. 

Bisabuela Eudosia con sus dos hijas: Celia y Marta.

Nos pasó esta receta a las tres generaciones siguientes. Por eso cuando alguien en la familia se entera que en la “verdulería tal” están vendiendo grelos, allí vamos corriendo a buscarlos. Como si fuera poco,  duran corto tiempo,  porque la flor enseguida comienza  a abrirse  tomando un color amarillo. En ese estado ya no sirve para cocinarla. La flor tiene que estar verde.

Ingredientes. (No pongo cantidades porque eso va a gusto)
Un paquete de grelos frescos
Un buen trozo de cerdo (yo compré jamón con hueso)
Papas la cantidad que desee
Agua, sal
Aceite de oliva con sabor un poco picante.  (Dentro del aceite se corta un ají picante de esos muy chiquitos,  y se deja uno o dos días. El aceite toma un gusto picantito).


Preparación
En olla con agua hirviendo y sal,  se echa el cerdo y los troncos más gruesos de los grelos. Esto es para que se ablanden con la cocción. Cuando los tronquitos ya están tiernos,  se agrega las papas cortadas en trozos no muy grandes.
Cinco minutos antes de que estén a punto  las papas,  se echan las flores de los grelos. Estas últimas no necesitan de mucha cocción. Si se las cocina demasiado se deshacen.
Colar, llevar a la mesa en bandeja. Colocar la aceitera a mano a fin de que cada comensal,  condimente a gusto. Va bien con un rico vino tinto. Buen apetito!!!



De Parto

En esta entrada no va ninguna receta, pero les envío una hermosa y dulce melodía,  cantada por Joan Manuel Serrat en 1974. Que la disfruten!!

lunes, 6 de junio de 2011

Pizzas a mi estilo

Esta preparación,  básicamente proviene de una receta familiar que lleva 3 generaciones. Luego como es común,  cada uno/a le da su toque personal.
Cuándo amaso pizzas casi siempre preparo una o dos para consumir en el día y hago una cantidad extra, para freezar. Nada tan útil como tener varias pizzas en reserva.
Ingredientes para 6 u 8 pizzas (depende del espesor de las mismas)

Masa
1 ½ Kg de harina común con pocos o ningún “cero”
50 grs. de levadura fresca
1 cuchara grande de azúcar
2 cucharadas de aceite común
Sal a gusto y agua levemente tibia

Adobo
5 dientes de ajo sin el centro, picados muy chiquito
2 cucharas grandes de orégano seco
½ taza aproximadamente de aceite de oliva o un aceite que le guste. (Maíz, uva, girasol etc.)
5 tomates peritas, sin piel. Procesarlos y reservar.
Preparar un adobo con el ajo,  el orégano y el aceite. Reservar.



Cobertura
Queso fresco o mozarella a gusto
Cebolla cortada en juliana (fugazzeta)
Aceitunas verdes/negras
Anchoas
Palmitos
Tomates frescos redondos, cortados en tajadas finas
Jamón
Morrones
Paltas
Champigñones…. Y todo lo que su imaginación aporte

Primera preparación
En un tazón disolver  la levadura con agua tibia. Agregar el azúcar y 3 ó 4 cucharas de harina. Mezclar bien; tapar y dejar en reposo hasta que triplique su volumen.

 
Segunda preparación
Colocar el resto de harina sobre una mesa/tabla de amasar. Agregar sal a gusto. Mezclar.
Hacer un hueco en el medio y echar las 2 cucharas de aceite. Incorporar el bollo ya levado de la primera preparación.
Comenzar a formar una masa sumando de a poco el agua, levemente tibia. Amasar muy bien! Debe quedar una masa tierna y un tanto húmeda (Cuando el bollo leve, si la masa queda muy seca,  se formará  una cáscara que  no va a permitir que entre el aire para que ésta suba)


Cortar la masa en tantas porciones como pizzas desee fabricar. Amasar bien cada bollo (yo suelo hacer 8 pizzas con esta cantidad, pero nos gustan algo finitas).
Tapar los bollos con un mantelito y dejar levar hasta que duplique el tamaño. Atención con las corrientes de aire.!! A este tipo de masa le hace bien estar en un lugar cálido, pero tampoco exagerado.

Armado de las pizzas
Aceitar un molde de pizza para horno. Colocar el bollo levado y con las manos aplastar la masa hasta que tome la forma de la pizzera. Como la masa está llena de aire,  es muy elástica y tiende a retraerse. Para evitar eso,  yo le marco con los nudillos de las manos, unos hoyitos  en toda su extensión. 


Pintar con el adobo, colocar una capa del tomate procesado. Si va a ser fugazzeta, no colocar tomate, pero en su lugar va una capa de cebollas cortadas en juliana y desflemadas. (Para desflemar las cebollas,  colocarlas una vez  cortadas,  unos minutos en agua muy caliente).
A continuación un punto de atención: Si la pizza la va consumir en el momento, la hornea a horno caliente un rato hasta que la masa esté casi hecha, pero no del todo y en ese momento la extrae del horno y coloca la mozarella, aceitunas, más  todo lo que desee. Se cocina un poquito más,  hasta que el queso se derrita bien y a la mesa!!!





Si en cambio  quiere freezarla, la retira antes de que termine la cocción y las va apilando con separadores para freezer. 


domingo, 5 de junio de 2011

Navarro

Este fin de semana a pesar del frío que hacía en Buenos Aires, decidimos salir a conocer algún pueblo de campo, de esos que existen en abundancia a no más de 100 ó 120 km desde la capital.  No conocíamos Navarro y hacía allí nos encaminamos, con la idea de quedarnos sábado y volver el domingo. Como fuimos vía Lujan,  hicimos unos 120 km de recorrido. El lugar hermoso, antiguo y con mucha  historia por todas partes.



En medio de la pampa,  Navarro tiene su laguna, con campings, cabañas etc.
  


Pero también nos gustó mucho un viejo almacén llamado La Protegida, donde almorzamos empanadas y una carbonada espectacular. 


Este lugar de por sí,  ya justifica una visita especial. Por su historia y todo lo que allí se puede ver. 
 








Quise saber la receta de la carbonada, pero no hubo caso. Solo me dieron un detalle: que lleva duraznos en almíbar, que se agregan solo los duraznos sin el jugo y se deja cocinar a fuego muy lento hasta que se deshagan y no se noten más. Les aseguro que esa carbonada, era una exquisitez!!


viernes, 3 de junio de 2011

Fideos cortos con brócoli



(Pueden ser: tirabuzones, pene, moñitos, coditos,  etc.)
 Ingredientes  para 3 ó 4 comensales  


 
Una cabeza grande de brócoli o dos pequeñas

2 dientes de ajo

250 grs de fideos secos cortos
Sal

Pimienta molida

Aceite de oliva

Queso rallado

Preparación
Cocinar el brócoli separándolo en gajos. (Puede ser al vapor o hervido). Recordar que al vapor,  siempre es más sano y no pierde las propiedades ni el color. Pero para esta receta,  ambos tipos de cocción  sirven. 
   Lo único,  que no debe quedar demasiado blando, pues la flor del brócoli se deshace fácilmente. Reservar.

En una olla aparte cocinar en abundante agua y sal,  la pasta elegida. Yo utilizo el tipo de pasta italiana llamada pene. Debe quedar “al dente”. Simultáneamente en un wok o cacerola,  verter el aceite de oliva, dorar los ajos picados y agregar los fideos una vez colados. Ir mezclando a fuego suave. A último momento incorporar los gajos de brócoli y mezclar bien. 


Servir en los platos. Espolvorear queso rallado a gusto. Dejar una aceitera en la mesa con el aceite de oliva, que puede estar aromatizado con alguna hierba, para que el comensal si lo desea,  pueda agregar un chorrito más, encima.
Riquísimo y muy fácil!




Secretitos: Para que el ajo no le haga mal,  cada diente  cortarlo longitudinalmente por el medio, y quitarle el filamento central.

Los tronquitos del brócoli son muy ricos también;  no desperdiciarlos.
Cuando hierve los fideos, si desea que no se pegoteen entre ellos,  eche un chorrito de aceite al agua.

miércoles, 1 de junio de 2011

Pájaro resucitado

Hace unos años estábamos de turistas en Costa Rica con nuestros amigos Alex y Moni. Toda Costa Rica nos  parecía un Parque Nacional. En realidad “Los Ticos”, como ellos mismos se denominan, consideran a su país como  “área protegida”.
Existen increíbles Mariposarios, Oquidearios, Bosques Húmedos Protegidos, Bosques Lluviosos, Volcanes Activos, Criadero de Tortugas Gigantes (cuidado por jóvenes venidos de todo el mundo para ese fin), animales de todo tipo… etc. etc.

Tortugas gigantes
Es imposible en ese ambiente tan ecológico no sentirse invadido de pensamientos nobles y protectores hacia  la madre naturaleza.
Esta  ranita  estaba en el marco de la ventana de nuestra habitación.

Mano de mi marido
Un día,  estábamos desayunando en un lugar donde estaba colmado de pájaros de toda especie. Se veía que estaban muy adaptados a la gente. Se acercaban a las mesas y confianzudamente picoteaban las migas casi al lado de uno. 


De pronto,  uno vino volando derechito a nuestra mesa.  Desgraciadamente no se dio cuenta que  había un vidrio de por medio. Se estrelló con un sonoro impacto sobre el vidrio y cayó instantáneamente al suelo. Nuestro amigo Alex, médico él, salió rápidamente, recogió al pajarito y ante el asombro nuestro y de todos los que allí se encontraban, comenzó a hacerle respiración por el pico (le insuflaba aire) y con  el dedo índice,  le hacía masaje cardíaco. Todos pensamos que se había vuelto loco.
- Alex  -le dije -está muerto!! Pero él insistía.
 Se juntó  un grupo alrededor del inesperado socorrista. Todos le decían que el pájaro estaba muerto, que era imposible que  resistiese  semejante golpe. Pero en una de esas el pajarito hizo unas contracciones y se movió. Quedó unos instantes sobre la mano de Alex como si estuviera mareado y de pronto aleteó,  levantó vuelo y se fue.
- Bravo!! Bravo!! – comenzamos a gritar y a aplaudir todos los presentes.
Fue uno de los  desayunos más raros que tuvimos en este viaje.
Lamentablemente como todo fue tan rápido,  no reaccioné para sacar fotos,  a pesar de que venía fotografiando a los pájaros que picoteaban las migas.