jueves, 16 de junio de 2011

Arroz con brócoli y maíz


En el año 1994 por razones de trabajo, me tocó hacer una pasantía de casi un mes, en una empresa en San Pablo, Brasil.
Me encantaba la idea, así que me preparé. Me dijeron algunos compañeros de trabajo que quedaba bien llevar  regalitos típicamente argentinos,  para obsequiar a la gente con la que me relacionara. Así es que compré algunas cajas de alfajores Havanna y como a mi me gustan de chocolate,  eran todos de chocolate. Compré varias láminas de  bailarines de tango, otras de caballos  criollos, algún mate  y algunos llaveros con figuras de gauchos.
Antes de ese viaje,  había viajado muchas veces sola y nunca me había pasado nada. En el aeropuerto  me iba a estar  esperando alguien de la empresa. Pero nadie me había avisado que me venía a buscar  un mulato “Increíble”  (por lo raro). Era bastante más joven que yo, alto, tenía ojos celestes. ¿¿Mulato de ojos celestes??  Si. Piel que sin ser negra,  era morena; esa mezcla rara que no es blanca ni negra: solo mulata. Era el ingeniero que iba a estar como padrino mío durante  la pasantía.

Después de recuperarme de la sorpresa, comenzamos a conversar,  él  en portugués y yo en español, pero logramos entendernos a la perfección. Resultó ser muy gentil,  muy profesional y muy correcto. Me llevaba y me traía en su coche,  todos los días desde el  hotel a la empresa. Así que en el viaje,  tanto de ida como de vuelta,  escuchábamos música brasilera y comentábamos sobre las costumbres de nuestros países. Me recomendó varias visitas que podía hacer en la ciudad sin correr grandes peligros.   San Pablo  en ese momento era una ciudad para cuidarse y mucho.


Solo enumero algunas de las cosas que me pasaron,  ya que daría para varios capítulos contarlas:

Un taxista me vio cara de “no soy de aquí”  y me  llevó por donde quiso. Me asusté bastante. Una tarde salí de compras al centro comercial. De pronto observé que  venía por la misma calle que yo transitaba, una barra de niños, serían unos 20. Los llamaban “pirañitas” (En toda América Latina llaman con ese nombre a estas barritas). Me escondí como pude en un negocio. Este,  bajó sus persianas hasta que se fueron. Me comentaron que siempre lo hacían y no solo ellos, sino todos los negocios. Que susto!!! 
Aprendí a comer por Kg. ya que en los restaurantes,  se imponía la moda que aún hoy existe, de comer y abonar  por el  peso en Kg. del plato de  comida.




Me hice de muchísimos amigos que me pasaban recetas de comidas típicas de las regiones de  donde provenían, ya que San Pablo es muy cosmopolita. Todos eran trabajadores de las empresas a las que yo iba.



Cuando uno de los últimos días repartí los regalos, se peleaban por las láminas de caballos  las de bailarines de tango. Por supuesto no me alcanzaron los regalos y algunos hasta quedaron un poco enojados...
En cuanto a los alfajores, yo los tenía en el refrigerador de la habitación del hotel. En la empresa, aire acondicionado,  solo  tenía el jefe máximo, los demás nada y  el calor era insoportable.  Me causó mucha gracia ver que comían los alfajores que yo repartía,  con el chocolate totalmente derretido y chorreando, pero encantados.
En las recorridas que hice por San Pablo y Río de Janeiro observé  que lo del “mestizo con ojos celestes” que a mi me había impactado tanto, se repetía en otras rarezas. Había tanta mezcla de razas.... se veían negros con ojos rasgados como los chinos. Sobre todo en el barrio chino de San Pablo, donde  he visto  mujeres  morenas con ojos rasgados  (chinos/japoneses)  Hermosísimas!!  Personas muy rubias, pero con rasgos bien  indígenas...etc.

Fue una experiencia muy linda y enriquecedora. Yo había ido muchas veces a Brasil como  turista, y no era lo mismo.
De hecho, mis compañeros me llevaban a comer a los restaurantes de “trabajadores” no de turistas.
Allí descubrí un arroz preparado de forma sencillísima y muy rico.
Lo he comido caliente y también frío, como ensalada.




Ingredientes para utilizarlo frío o caliente
Arroz cantidad a gusto.
Choclos hervidos y desgranados (o en su defecto una lata de maíz en granos)
Brócoli a gusto
Sal y aceite. 

Preparación
Dorar el arroz en un poco de aceite. Hervirlo hasta que esté a punto. Colarlo.
Hervir el brócoli y los choclos. Desgranar los choclos , picar  el brócoli, pero no demasiado.
Mezclar el arroz, el maíz y el brócoli. Se puede utilizar como guarnición fría condimentando con sal, aceite o un poco de mayonesa.


Como acompañamiento caliente, con sal y aceite de oliva aromatizado.

miércoles, 15 de junio de 2011

PROVERBIOS

¿Sabía usted?




Los proverbios latinos son un tipo de paremia (enunciado sentencioso, como el refrán, el adagio, la sentencia y el aforismo) utilizada por los romanos,  y que se han mantenido en uso (sin traducirse) desde hace más de dos milenios. No deben confundirse con las locuciones latinas, que son expresiones no parémicas en latín que se utilizan en español manteniendo un significado cercano al original latino.


Aquí van algunos:

Quién quiere limpiar a los demás debe tener las manos limpias.
La felicidad junta, pero el dolor une.
Con la mentira sólo compras humo.
La cuerda de la mentira es corta.
Cuando la suerte te llegue, enciérrala en casa.
El hombre que tiende a prometer, tiende a olvidar.

martes, 14 de junio de 2011

Alitas de pollo con arroz y nueces

Mi hermano Franz, que vive hace una ponchada de  años en Madrid y que ha perdido su acento porteño hasta tal punto que habla como un  madrileño, me envía una receta muy rica que solía hacer su mujer.  El cocina muy bien y si no vean las fotos… Gracias por la colaboración al Blog!!


Arroz con nueces más alitas de pollo



Ingredientes
1 y ½  taza de arroz
Uvas pasas
Champiñones
Nueces peladas y picadas
Media manzana en trocitos (mejor de piel roja)
Alitas de pollo  (unas 4-5 por persona)
1 Diente de ajo
Azafrán o Cúrcuma (no imprescindible) y aceite.

Preparación
 Picar y dorar el ajo y las alitas  en sartén ....retirar y reservar una vez doradas


Poner las pasas en agua tibia
Poner en el  sartén los  champiñones cortados (tipo laminado) y la  manzana en trocitos. Añadir las  pasas y nueces  rehogando todo junto. Añadir las alitas  y seguir con el  rehogado. Luego incorporar el  arroz y rehogar un poquito más. 


Añadir 2 y ½ tazas de agua,  salar y echar el azafrán , para darle color u otro colorante para alimentación .



Cocer hasta que el arroz esté en su punto. Las alitas...se comen con las manos... En fín c/u come como le guste.


Saludos.
Franz

lunes, 13 de junio de 2011

Potaje de garbanzos “Doña Eudosia”

Hace unos días publiqué  la receta:    Cerdo con papas y grelos 

Como conté en esa oportunidad,  era una receta familiar  heredada de  la “Bisabuela Eudosia”. Hoy presentamos otra de sus recetas “gallegas”. Pero esta vez es  Marta,  hija de Eudosia,   quién no solamente  transcribió la receta, sino que la realizó y nos  invitó a comerla. Un plato muy sencillo y rico para un día de frío.  Gracias Tía Marta por la contribución a este Blog!! Y que rico estaba!!!














Potaje de garbanzos “Doña Eudosia”

Elementos:
Dos o tres trozos de jamón crudo
Un cubito de caldo de verduras
500 gramos de garbanzos
Un atado de acelga (o más, a gusto)
¾ taza de aceite de oliva
6 dientes de ajo, cortados por la mitad.
2 cucharadas de pimentón español

Ejecución
La noche anterior poner en remojo los garbanzos en una fuente  y el jamón en otra aparte.
Hervir el jamón con el cubito de caldo hasta que esté tierno.
Agregar los garbanzos y la acelga cortada. Hervir hasta que los garbanzos estén tiernos.
Sacar el caldo, guardando un poco en una taza. El caldo se puede utilizar para otra comida.
Dorar  los ajos en el aceite, teniendo cuidado de que no se quemen. Extraerlos y tirarlos.
Disolver el pimentón en el aceite caliente, cuidando que no hierva la preparación.
Echar esta salsa en la olla de los garbanzos.
Volcar un poco de caldo en la sartén vacía para aprovechar lo que queda, y volcar esto en los garbanzos.




¡Salud y pesetas!...Digo EUROS.
Marta

domingo, 12 de junio de 2011

Los hermanos Macana

Bailan bien lindo estos Hermanos Macana
Mirá el cambio de manos que cambia el quien lleva a quien.  Cliquea la dirección de abajo y deleitate.

Es una joya de estilo...
A principios del siglo pasado (s. XX) el tango se bailaba entre hombres, no estaba bien visto que las mujeres tuvieran  esa oportunidad.  Pasaron más de 20 años hasta que llegaron de la mano de Azucena Maizani, Olinda Bozán y hasta Tita Merello.

sábado, 11 de junio de 2011

De pájaros y soledades

Tengo la suerte de vivir a 10 cuadras del río. Pero no de cualquier río,  del ”Río de la Plata”.



Justo en mi zona, Vicente López,  hay un hermoso parque costero de unos 2 Km de longitud. Es muy bonito. Permite todo tipo de actividades: andar en bicicleta, en patines, remontar barriletes, hay juegos para niños, espectáculos en el anfiteatro o simplemente se puede caminar, como hago yo. 



Camino mirando el horizonte del río, viendo los veleros… y aprovecho que es una hermosa tarde otoñal. 



Hay mucha gente; tomando mate,  corriendo, jugando a las bochas, etc. Pero entre tantas personas, siempre hay algún personaje que llama la atención.
En esta oportunidad,  ví a un hombre de aspecto muy humilde y tirando a viejo, que estaba solo  sentado a la orilla del río. Tenía a su lado una gran  bolsa,  de donde sacaba trozos de pan y los  lanzaba al aire.




Estaba rodeado de palomas, cotorras y otras especies de  pájaros que no reconocí. El hombre tenía cara triste, o por lo menos esa era “mi imaginación”. 



Hay caras o expresiones que rápidamente me ponen en alerta y comienzo a fabular. Pensé: Es un solitario, no tiene a nadie y junta pan viejo durante  la semana,  para venir a darle a los pájaros. Estos a su vez son tan confianzudos,  que incluso las cotorras toman los trozos y salen volando. A veces se caen por el peso del pan o simplemente no pueden levantar vuelo y entonces viene una paloma y  lo roba.



Pienso que este hombre siente que los pájaros le hacen compañía y lo alegran más que los seres humanos.
Yo me acerqué a sacarle fotos. Me miró con indiferencia y siguió con su tarea. 
Estuve un rato sacando fotos y vi que se le iba vaciando la bolsa de pan. Imaginé que cuando esto ocurriera, tranquilamente doblaría la bolsa y emprendería el regreso a su habitual soledad.  Habría terminado su recreo.


También terminó el mío y emprendí el retorno a casa.

viernes, 10 de junio de 2011

Una vejez plena

Para lograr una vejez más plena hay  factores que  son muy importantes de tener en cuenta:
  
Prevención precoz de enfermedades, como las cardiovasculares, accediendo a tratamientos   tempranos. 
Mantener una dieta saludable.
Mantener viva las relaciones sociales.
Mantener una permanente estimulación intelectual, realizando actividades artísticas,   musicales, de pintura, escritura, etc.
Estar abiertos a trabajos o actividades que signifiquen desafíos.
Mantener un espíritu optimista.



 Todo un programa de vida a iniciar lo más temprano que podamos. Un programa,  que Tomás Moro resumió en una oración de la que transcribimos algunos versos:

"Dadme Señor una buena digestión y dame algo para digerir.
Dame la salud del cuerpo y el buen humor para conservarla.
…Dame un alma que no conozca el aburrimiento ni los refunfuños, suspiros o lamentos…"


Tomás Moro
(Thomas More) Político y humanista inglés (Londres, 1478 -1535). Procedente de la pequeña nobleza, estudió en la Universidad de Oxford y accedió a la corte inglesa en calidad de jurista. Su experiencia como abogado y juez le hizo reflexionar sobre la injusticia del mundo, a la luz de su relación intelectual con los humanistas del continente.