miércoles, 9 de marzo de 2011

Ushuaia - 4

Después de una democrática discusión entre los 10 viajeros, sobre cual sería el próximo paso, se hizo como siempre. O sea,  decidieron los “Grandes Jefes” Alex y Marce: Rumbo a Punta Tombo. Como todos querían ir a ver los pingüinos, nadie protestó.
 Alistamos todos los petates y decir eso no era fácil, nos llevaba casi 2 horas desarmar carpas y armar el portaequipaje del Peugeot. Finalmente partimos.

Mi sobrino nacido en Argentina,  pero  criado en Europa (Alemania y España) tenía un fuerte acento madrileño. Por eso nos causó mucha gracia cuando luego de ir dormido un buen rato mientras andábamos por  la ruta,  se despertó y dijo:
  Joder!! ¿Que no hemos avanzado nada?
-    ¿Como que no?-  le respondimos. Hicimos casi 300 km
-     Pero si el paisaje es idéntico…
Era cierto, la ruta era una larga recta en el desierto, que parecía siempre igual.

Hicimos noche en Trelew y aquí mi memoria me hace dudar un poco si el suceso que narraré pasó o no en esta ocasión. Parte de ese recorrido ya lo habíamos hecho años atrás con los 5 hijos,  cuando estos eran más pequeños. En esa oportunidad íbamos al sur de Chile (Chiloé, Ancud etc.) y también paramos una noche en Trelew.
Como éramos muchos cuando no había camping, tratábamos de alojarnos en cabañas u hoteles no muy caros. En Trelew habíamos conseguido un hotel en el cual nos asignaron una habitación rectangular y muy larga. En ella había un montón de camas alineadas como en un cuartel. Llegamos tarde y nos acostamos rendidos. A la mañana nos despierta un pitido agudo.
- Batallón a levantarse!!! - Era Alex.  Ya vestido y con un sombrero tipo militar, nos despertaba  con un pito de réferi imitando un  “Toque de Diana”.
 Atajó bastante bien  los almohadones que todos le lanzamos.

Rumbeamos directamente a Punta Tombo. En ese momento año 1995 eran 80 km de ripio muy malo. Piedras muy grandes y formando una  huella alta que rozaba con la parte baja del coche.
Nos habían recomendado que fuéramos bien despacio, pero Marce se olvidaba y cuando llegamos vimos que nuestro tanque de nafta perdía bastante.
                                                            

Se quedó tratando de arreglarlo con una pasta epoxi que llevábamos por si se pinchaba el tanque. Todos los demás ya estábamos con los pingüinos.



¡¡Maravilloso!!
Continuará

1 comentario:

  1. Desde Uruguay!!
    Me ancanta la onda de tu blog, yo intento desde hace un par de meses de armar algo por esa linea, pero aun estoy buscando .....
    www.todossomoscocineros.blogspot.com

    Un abrazo y suerte. Te estaré leyendo

    Mario

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