lunes, 27 de septiembre de 2010

UNA GLICINA ATREVIDA

En una esquina de mi barrio,  hay un muy antiguo palo borracho.


Tiene muchos años y es un árbol enorme. Lo curioso,  es que desde el jardín de la casa lindera, sale una glicina, pero no es una glicina cualquiera. No se sabe si tiene delirios de grandeza o simplemente está enamorada del viejo palo borracho.
 Posee la particular característica de mezclarse o más bien diría, treparse a las ramas del palo borracho y cubrirlo totalmente con sus flores. La glicina, usa las ramas del palo borracho para desparramarse y  así,  llegar a la mitad de la calle.
Los transeúntes  paran a mirarlos  y algunos incluso, como yo, sacamos fotos de la atrevida glicina y el viejo palo borracho.

Pero hay un detalle más, esto sucede todos los años para esta fecha pues en Sudamérica es primavera. Lo vengo observando hace más de 30 años, por lo cual deduzco que árbol y planta, tienen una relación muy consolidada.

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